BRUMA Y SAL

 

 

El mar es algo más que la suma de todas las aguas y, en su unidad, adquiere mil formas. Para ZORONGO, en BRUMA Y SAL, el mar viene a ser el medio para vivir todos los estados de ánimo, para jugar con distintas estéticas.



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"BRUMA Y SAL"  EN LA PRENSA

CRITICA AL CD "BRUMA Y SAL"


El sueño del sur

 

02.01.2011 

“Bruma y sal”. Producido por Ekhi Ocaña y Urko Ocaña. Edición de los intérpretes.

Escrito por el critico musical y especialista en Flamenco Juan Vergillos

 

"El grupo Zorongo fusiona en su nuevo álbum el jazz y la música académica con ritmos jondos y la tradición poética andaluza"


 

Se trata de una banda de formación y prácticas académicas y de inspiración flamenca. Su relativo aislamiento y alejamiento de la raíz, que les resta algo de contundencia jonda sobre todo por el hecho de no incluir en sus obras voz flamenca, les permite un acercamiento

desprejuiciado, desjerarquizado, a los estilos tradicionales. Su música es fundamentalmente instrumental y cuando la voz aparece lo hace desde las técnicas académicas y jazzísticas, aunque sobre ritmos y armonías flamencas, modales. Esta tercera entrega discográfica del

grupo navarro, que celebra los diez años de vida de la formación, en la que cada vez se hace más presente el elemento flamenco, se presenta como un viaje de ida y vuelta sobre los ritmos de rondeña, soleá, tangos, rumbas y bulerías.

 

Horizonte, que abre y cierra el disco, es una pulcra rondeña de fuerte acento clásico, un solo de Urko Ocaña, menos denso y más fresco de lo que suele ser habitual en este palo. La rumba Bruma y sal es una entrega amable, flamenco-chill que, sobre un estribillo pegadizo,

da pie a una serie de inspiradas variaciones a cargo de la flauta, el saxo soprano, el piano y la guitarra. Y es que el disco trata de eso, de grandes variaciones instrumentales sobre ritmos flamencos, descargas de pura pasión jonda sobre un franco dominio y deseo instrumental.

También tiene aires íntimos la introducción de los tangos De verde trigo aunque con un perfil de flamenco-clásico contemporáneo, de fuerte acento modal por tanto. Le me see in your eyes es una canción brasileña, aunque firmada por los miembros de Zorongo, plena de contratiempos sobre el suave ritmo de una bulería lenta. También por bulerías, aunque en este caso frenéticas, Prometeo 3.0. Un compás estricto en las percusiones y palmas de marchamo jerezano, pues es a La Paquera, robadora del fuego de los dioses, el ritmo absoluto, a quien se homenajea, y en la ronda de instrumentos se incluye también el cajón. Las variaciones instrumentales de esta pieza parten del popular Zorongo gitano en el saxo tenor y la flauta, que deriva luego hacia la melodías tradicionales de Santiago y San Miguel. Una entrega puramente modal.

 

La inspiración sureña de estos hombres y mujeres del norte viene también a través de los versos de Federico García Lorca, del que se adaptan dos de sus casidas, incluidas en el Diván del Tamarit. Naturalmente, es el sueño del sur. La casida de la rosa se abre con un recitado en árabe a cargo de Abdulsattar Abed, una traducción a cargo del propio Abed del lorquiano original: recordemos que la poesía clásica andalusí es la inspiración de este libro. La versión del poema la protagoniza la voz, de académica dicción, de María Echevarría, y el piano, en este caso a cargo de Ekhi Ocaña, autor de la música, tanto de ésta como de la Casida de los ramos, ya a ritmo de tangos. En este caso el poema fluctúa entre el coro mixto y la voz de Echeverría, y la guitarra hace su guiño a la granaína. Ambos temas tienen un precedente musical en la voz de Carlos Cano, en los años 70 y 90. Camarón también se inspiró en este libro para su Casida de las palomas de 1989. Djebel Moussa es un intento de acercamiento a la música de AlÁndalus en el que, con buena lógica, el protagonismo corre a cargo de las percusiones y los vientos, que en ciertos momentos evocan la música de tradición sufí de Turquía, espiritualidad que desemboca en un toque por granaínas a cargo del piano de Edurne Aizpún. La soleá se sustenta en una base rítmico-armónica a cargo de los teclados y el contrabajo de marcado acento cool-jazz y un sample de Tomás Pavón. Y, sobre la rueda de la soleá, a la que se une la guitarra, las variaciones: flauta, una modulación para el saxo tenor de José Luis Gómez, guitarra, de nuevo flauta... Las excursiones armónicas de estos instrumentos aportan luz y variedad a un estilo clásico del flamenco como es la soleá. 

 

Una sorpresa muy agradable de este disco es el tema Txoria txori, El pájaro, un clásico contemporáneo de ese genio vasco llamado Mikel Laboa, sobre un poema de José Artze que, en libre traducción, dice algo así como: "Si lo hubiese enjaulado no habría podido escapar, pero ya no sería un pájaro, y yo amaba al pájaro".


REVISTA Especializada en Músicas del Mundo


Zorongo | Bruma y sal

“Bruma y sal” Autoproducido, 2011

Escrito por Miguel Ángel Sánchez Gárate

Miércoles, 28 de Septiembre de 2011


 

Resulta significativo el número de músicos que actualmente hermanan los palos del flamenco y el jazz sin sonrojo alguno y con resultados esclarecedores . Ahí están las últimas aventuras de los pianistas Abé Rabadé o Pedro Ojesto que delatan magisterio y sobrada clase. En el caso de Zorongo, un quinteto navarro para nada advenedizo, ya que llevan al pie del cañón desde 1998, se le presume una paleta suficiente

amplia como para quedar constreñido solamente entre los márgenes de los dos géneros mencionados líneas

atrás.

Así en su particular devoción a personajes tan dispares como Jimi Hendrix, Pedro Iturralde, Federico García Lorca – cuya obra supuso el punto de partida de su andadura musical -, los Beatles del Sargent Pepper, Charlot, Mikel Laboa, Gustav Mahler o Ravi Shankar, dejan bien claro que no son animales de corral, si no que vuelan tan libres como "la paloma" de Rafael Alberti, a la que aluden en el libreto de Bruma

y sal. El leit-motiv de este disco es la inmensidad del mar y su actividad. En cierta forma la música de Zorongo es tan salina y marítima como los diversos estados por los que transitan las trece canciones del álbum. Estos temas muestran estados de ánimo tan diversos como los que pueden provocar las olas, las mareas, las corrientes o los afloramientos marinos. La voz de María Echeverría tiene unos registros que se mueven entre el cante jondo menos ortodoxo – el flamenquito más amable que dicen algunos – (Bruma y sal), el jazz (Let me see in your eyes, es el ejemplo mas palpable) y el bel-canto (Casida de la rosa) con bastante comodidad como para saltar de un estilo a otro sin provocar enarcamientos de cejas. El piano de Edurne Aizpún, los saxos de José Luis Gómez “Koki” (que también es responsable del darbuka), las guitarras de Urko Ocaña y las flautas, percusiones, teclados y piano de Ekhi Ocaña fluyen con un swing y un duende de lo más resuelto y arrebatador. Así entre palos como la rondeña (Horizonte), la soleá (Orilla del desierto), los tangos (De verde trigo, Casida de los ramos) o las bulerías (Prometeo 3:0) tejen un disco en el que la música y la poesía forman un todo indisoluble. Así lo dejan patente en temas como Horizonte Djebel Moussa, donde incluyen un recitado en árabe a cargo de Abdulssatar Abed; o en Casida de los ramos, en

la que recurren a los versos del universal poeta granadino Federico García Lorca, responsable directo del nacimiento de este elegante combo.



CRITICA AL CONCIERTO DE ESTRENO DE "BRUMA Y SAL"

en Auditorio y Palacio de Congresos de Navarra BALUARTE


Poca bruma y mucha sal

por Oscar Beorlegui - Martes, 21 de Septiembre de 2010 

 

Fecha: sábado, 18 de septiembre. Lugar: Auditorio Baluarte (sala de Cámara), Iruñea. Intérpretes:

Zorongo, formación integrada por Ekhi Ocaña, a la flauta, al piano y al cajón; Urko Ocaña, a las

guitarras flamenca y eléctrica; Koki, a los saxos, al cajón y al djembé; María, a la voz, y Edurne, al

piano y a la flauta, respaldados por Antonio, al bajo; Gorka, a la batería, y Ana Belén y Erika, a los

coros. Incidencias: Concierto de presentación de Bruma y Sal, tercer CD del grupo. Hora y 40

minutos de duración, bises aparte. Muy buena asistencia, público de ambos sexos y diferentes

edades que aplaudió a rabiar tras cada interpretación.

 

Al igual que el zorongo propiamente dicho (canto y baile popular andaluz que, sin ser estrictamente un palo flamenco, se viste como tal con facilidad), así lució el hecho musical protagonizado por el presente elenco en la sala pequeña de Baluarte: de indisimulado regusto

arábigo andaluz el mismo, por lindes inequívocamente flamencas. En un marco inmejorable para una actuación como ésta, a una con la progresiva salida al escenario de Urko Ocaña (primero en hacerlo, bajo tenues tonos azules), y del resto de sus compañeros, la

pleamar de lucidez, colorido (en vez de bruma) y sal -en el sentido de gracia, salero, esta última voz-, que desde los primeros rasgueos de la guitarra flamenca barruntamos quedó materializada de inmediato por los aires del tema Zorongo -precisamente-, manteniéndose el nivel alcanzado sin problemas con las siguientes interpretaciones: por tangos, una de ellas. De manos de una selección de tangos del tío Parrilla, concretamente. Acto seguido, tras diez intensos minutos de alegría flamenca de distinto corte y confección, con el elenco dispuesto en abierto semicírculo sobre el escenario, el mar de musicalidad y ritmos que en líneas generales, con sus momentos de calma chicha y mar viva, fue el concierto, deparó la interpretación de los temas del álbum que se presentaba, comenzando dicho repaso por Horizonte y terminando por el que le da título: unos temas en los que instrumentos como el saxo o la flauta, las más de las veces, comparecieron como

primeros espadas, relevándose entre sí (y con el piano y la guitarra flamenca) continuamente antes de concluir con la totalidad de la formación, dándolo todo al alimón, remando en la misma dirección. Unas composiciones cuyas letras sonaron en inglés, castellano, euskera y árabe y cuyos corpus musicales, a caballo entre las concepciones más modernas del flamenco, el rock sinfónico, la música de cámara o la de raigambre celta, fueron reforzados en ocasiones con la proyección de diferentes imágenes y vídeos; ¿las más destacadas? La gran versión ofrecida del Txoria Txori, de Mikel Laboa (de indisimulable sabor sinfónico, cantada por lindes próximas a la lírica y con abrumadora presencia de la guitarra eléctrica en su parte central: uno de los puntos de inflexión de una velada rica en ellos), las tres casidas o qasidas (forma poética de origen árabe) ofrecidas, extraídas del libro póstumo de García Lorca Diván Del Tamarit (Casida Del Herido Por El Agua,

Casida De La Rosa y Casida De Los Ramos, en las que se contó con las colaboraciones de Abdulsaltar Abed, al recitado en árabe, y de Paco Ocaña, en castellano) y, ya en la recta final, tras dos temas en los que comparecieron como invitados Guillermo Sanz, al cajón, y Alejandro Olóriz, al violonchelo, la apoteosis -desde el prisma artístico- deparada por esa inmejorable tarjeta de presentación que es Bruma y Sal.

 

Teníamos ganas de catar las esencias musicales de Zorongo, grupo con doce años a sus espaldas destapando el tarro de las mismas; deseos de degustar la flamante y cautivadora mezcolanza de sabores de otro de los múltiples valores de la bolsa musical local, y no diremos que al alza porque nos consta que así llevan tiempo ya: hacia arriba. En constante ascensión, con el reconocimiento total del público como principal cumbre a hollar. A ver si la logran alcanzar.

MAS NOTAS EN PRENSA SOBRE "BRUMA Y SAL"

Elegante combo que teje un disco en el que la música y la poesía forman un todo indisoluble

Revista especializada B!ritmos. 28 de septiembre de 2011

 

El grupo navarro Zorongo fusiona en su tercer trabajo elementos del jazz y la música académica con los ritmos jondos y la tradición poética andaluza

Diario de Sevilla. 5 de enero de 2011

 

(…) un público de ambos sexos y diferentes edades que aplaudió a rabiar tras cada interpretación.

Noticias de Navarra. 21 de septiembre de 2010

 

Quizá la palabra exquisito se quede corta a la hora de adjetivar

el nuevo trabajo discográfico de Zorongo

Diario de Noticias. 16 de septiembre de 2010

 

Si la misión de la música, y del arte en general, es cambiarnos, hacernos mejores,

este disco la cumple sobradamente.

Juan Vergillos, crítico de Flamenco

Diario de Sevilla. 24 marzo 2010

 

(…) por así decir: no deje de escucharlo, creo que abre nuevos caminos a este arte.

Málaga Hoy. 25 marzo 2010

 

Buenos estribillos para voces femeninas o masculinas, grandes arreglos y variaciones instrumentales de calidad son lo mejor de este segundo disco.

El Díario de Córdoba. 24 marzo 2010